Fracking: brazo ecocida del capitalismo

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Fracking: brazo ecocida del capitalismo

La Argentina posee la tercera reserva de gas natural más grande del planeta, después de China y los Estados Unidos. Las corporaciones extranjeras vienen a explotar nuestro valioso recurso empleando una de las técnicas más nefastas y contaminantes: el fracking. En este informe especial, Bandera explica cómo es esta modalidad, y cuáles son sus consecuencias, y porqué Bandera Vecinal se opone a su aplicación.

¿Qué es el Fracking?

Es una técnica altamente contaminante utilizada para la extracción de hidrocarburos (gas o petróleo) incrustados en formaciones rocosas del subsuelo, obtenido mediante un pozo en forma de codo, primero vertical y luego horizontal, a través del cual se inyectan a gran presión grandes cantidades de agua para fracturar la roca y presionar, por el retorno del flujo de agua, la salida al exterior del recurso energético almacenado en las rocas porosas.

¿Y por qué es peligroso el fracking?

Porque este procedimiento es altamente contaminante y requiere inmensas cantidades de recursos. Un solo pozo necesita 20 mil toneladas de agua que son extraídas de fuentes cercanas como lagos, ríos, manantiales, etc. El fluído que retorna, arrastra consigo una gran cantidad de componentes contaminantes. La inyección de agua no controla un límite de daño en la roca y se filtran más de 600 tóxicos a través de fisuras subterráneas. Las consecuencias de este “cóctel” de productos altamente tóxicos son cáncer y malformaciones congénitas en todo tipo de seres vivos.

En cada operación se bombean hasta 300 toneladas de químicos tóxicos a la tierra. Son compuestos orgánicos volátiles, plastificantes y petroquímicos. Además, hay elementos radioactivos y metales pesados que también fluyen en el agua de retorno a la superficie, y buena parte se queda de camino en el interior del subsuelo. Luego del trabajo, los tóxicos son abandonados dentro de la tierra, volviéndola estéril.

Las noticias de los medios de (des)información, permanentemente anuncian la marcha de las negociaciones y acuerdos de inversiones extranjeras para la explotación del gas no convencional en diferentes yacimientos del territorio de nuestro país. Nada dicen de los métodos necesarios para la explotación de este tipo de hidrocarburos, ya que son altamente contaminantes y nocivos para el medioambiente.

Mientras que en todo el mundo los pueblos y organizaciones honestas se movilizan para defender el territorio, el medioambiente y la vida, y logran prohibir este tipo de explotaciones por su alto riesgo contaminante y peligrosidad propensa a catástrofes naturales como sismos en los territorios, el anterior gobierno Kirchnerista y ahora el Macrista acompañan los intereses de la oligarquía financiera, entregando el territorio para despedazarlo en pos de los negocios monopólicos.

La Argentina tiene la tercera reserva más grande del mundo de gas no convencional, después de China y Estados Unidos. Los yacimientos de shale gas en Argentina se encuentran en su mayoría en Neuquén, pero abarcan también partes de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, y se realizan exploraciones en otras partes del país como Mendoza y la Cuenca Chaco paranaense (que incluye a Misiones, Entre Ríos, Chaco, Santiago del Estero, Santa Fe, Corrientes, Córdoba y Formosa). Y para peor, estos yacimientos descubiertos coinciden geológicamente con grandes acuíferos que forman parte de las riquezas naturales de nuestro país, que no por casualidad hace a este negocio redondo, ya que el agua es el insumo de mayor importancia para la “eficiencia” en la explotación de gas no convencional. Entre ellas se encuentra la Cuenca Neuquina, donde está Vaca Muerta (acuífero Zapala y cuencas de ríos norpatagónicos), la del Chaco-Paraná (acuífero Guaraní y ríos de la Cuenca del Plata), el golfo San Jorge (cuenca del río Senguer). De esta manera una vez más, se ve amenazada por la contaminación y el saqueo una de las fuentes de mayor riqueza de nuestro país que es el agua.

Fracking: brazo ecocida del capitalismo

En un artículo publicado en el portal Alternet.org, el periodista Reynard Loki enumera ocho efectos secundarios del fracking que la industria no quiere que sepamos.

Contaminación del agua: Durante el proceso de fractura hidráulica, el gas metano y productos químicos tóxicos se filtran del pozo y contaminan las aguas subterráneas de la zona, que luego se utilizan para obtener el agua potable para las comunidades locales. Así, han habido miles de casos documentados de contaminación de las aguas cerca de las zonas del fracking, y también de daño sensorial, respiratorio y neurológico causado por la ingestión de agua contaminada.

Escasez del agua: Más del 90% del agua utilizada en el fracking nunca regresa a la superficie, retirándose definitivamente del ciclo natural, lo cual es una mala noticia para las regiones afectadas por la sequía o escasez de agua.

Daño para los niños: El líquido residual del proceso de fractura hidráulica se deja en pozos a cielo abierto. Al evaporarse, libera los peligrosos compuestos orgánicos volátiles a la atmósfera, contaminando el aire y provocando las lluvias ácidas y el ozono a nivel del suelo. La exposición al aire contaminado en las zonas del fracking puede conducir a una serie de problemas de salud, incluyendo asma, dolores de cabeza, presión arterial alta, anemia, ataques al corazón y cáncer. También puede tener un efecto perjudicial sobre los sistemas inmunológico y reproductivo, así como sobre el desarrollo fetal e infantil, advierte Alternet.org, citando un estudio del 2014 llevado a cabo por el Departamento de Medioambiente y Salud Laboral de Colorado, que reveló que las madres que viven cerca de sitios de fracking son un 30% más propensas a tener bebés con defectos congénitos del corazón.

Gas mortal: Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins descubrió que los hogares ubicados en zonas rurales cercanas a los sitios del fracking tienen una concentración de radón un 39% más alta que los ubicados en zonas urbanas ‘no fracking’. El radón, un gas radiactivo de origen natural, es la segunda causa de cáncer de pulmón en todo el mundo, después de fumar.

Arenas movedizas: El fracking requiere el uso de arena fina o arena ‘frac’, lo que ha impulsado un auge de la extracción de arena de sílice en Minnesota y Wisconsin. El silicio puede dificultar la respiración y causar irritación respiratoria, tos, obstrucción de las vías respiratorias y un mal funcionamiento pulmonar. La exposición crónica o prolongada puede conducir a la inflamación pulmonar, la bronquitis y el enfisema, así como provocar una enfermedad pulmonar grave conocida como ‘silicosis’, una forma de fibrosis pulmonar. La enfermedad pulmonar relacionada con el silicio es incurable y puede ser fatal.

Terremotos: El Servicio Geológico de EE.UU. publicó un informe que confirmó que el proceso de fracking provoca terremotos. Las regiones geológicamente estables de EE.UU. han experimentado movimientos de fallas que no se habían corrido en millones de años.

Impacto climático: Cuando hablamos del gas natural, se trata principalmente de metano, un gas de efecto invernadero muy potente que atrapa 86 veces más calor que el dióxido de carbono. Y debido a las fugas de metano durante el proceso de fracturación hidráulica, el fracking puede ser peor que la quema de carbón.

Compra de favores políticos: Por último, uno de los efectos secundarios más dañinos del fracking no tiene que ver con la cantidad de productos químicos que fluyen hacia el suelo, sino más bien con la cantidad de dinero que fluye hacia el bolsillo de los políticos que apoyan al fracking. Según un informe de 2013 citado por el artículo de Alternet.org, las contribuciones de los grupos comerciales y empresas relacionadas con el fracking a los candidatos al Congreso estadounidense que representaban a los estados y distritos con fracking, aumentaron más de un 230% entre los ciclos electorales de 2004 y 2012. Con toda seguridad, lo mismo debe suceder en nuestro Congreso Nacional.

El Nacionalismo Argentino rechaza absolutamente este método contaminante y a sus principales representantes en el país: Barrick Gold, Chevron, etc. La lucha contra los poderes ecocidas y destructores de la Argentina y de la Patria Grande continúa. Hoy más que nunca.

Artículo publicado en el Periódico Bandera Nº 5 (Febrero 2016)

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